La Unión entre las casas Tully y Lannister, una alianza estratégica muy conveniente |
"Lord
Python -comenzó Lord Danniel Lannister durante un encuentro a solas en
Aguasdulces- mirad esto. -Y puso un papel sobre la mesa. A Python se le
fueron abriendo los ojos cada vez más hasta dejar caer también la
mandíbula. El viejo pergamino daba derechos de posesión y rentas a la
familia Lannister sobre las tierras y castillo de Aguasdulces e iba
firmado por el rey-traidor Baeghor.
-Os enseño esto en señal de disculpa. Mi padre, en paz descanse, conspiró contra vuestra familia, pero yo no soy mi padre y os ofrezco mi mano. Mi joven hijo, Maximilian, será un excelente marido para alguna de las doncellas de vuestra familia. No me importa si elegís una hija vuestra, una hermana o una prima. No estoy aquí en busca de poder sobre vos, estoy aquí en busca de un nuevo amigo
Lord Python se quedó sentado leyendo y releyendo el texto. Cada vez que acababa de leerlo llenaba la copa con vino y volvía a empezar.
-¿Por qué me enseñará esto ahora? -Pensaba- Esa guerra no ayudaba a los Tully de ninguna manera, ni ganando ni perdiendo, poco habría ayudado Aguasdulces al reino. ¿Podia hacerlo ahora?
Al este un puñado de bárbaros reunían barcoluengos y el primer objetivo serian ellos. Al norte, los lobos. Al oeste un inmenso continente del que no sabia qué debía esperar. Y al sur, los Lannister. ¿Qué pretendian los Lannister?
Lord Python empezó a notar el nerviosismo del Lanister. Finalmente se levantó con la carta en la mano derecha y en la izquierda una copa de fuerte vino del rejo. -Hay cabezas que han adornado estos muros por una traición menor. Pero eso fué cuando las tropas Targaryen acechaban las puertas y el castillo necesitaba disciplina. Ahora los ríos necesitan aliados. Necesitan reconstrucción. Pero, sobretodo, necesitan una alianza fuerte y una buena celebración.- La puerta se abrió y apareció una bella chica de apenas 13 años. Lord Python calló en seco y sonrió.- Shella, justo hablábamos de ti. Quiero que conozcas a Lord Danniel Lannister. Lord Danniel, esta chica es la bella Shella, mi prima.”
-Os enseño esto en señal de disculpa. Mi padre, en paz descanse, conspiró contra vuestra familia, pero yo no soy mi padre y os ofrezco mi mano. Mi joven hijo, Maximilian, será un excelente marido para alguna de las doncellas de vuestra familia. No me importa si elegís una hija vuestra, una hermana o una prima. No estoy aquí en busca de poder sobre vos, estoy aquí en busca de un nuevo amigo
Lord Python se quedó sentado leyendo y releyendo el texto. Cada vez que acababa de leerlo llenaba la copa con vino y volvía a empezar.
-¿Por qué me enseñará esto ahora? -Pensaba- Esa guerra no ayudaba a los Tully de ninguna manera, ni ganando ni perdiendo, poco habría ayudado Aguasdulces al reino. ¿Podia hacerlo ahora?
Al este un puñado de bárbaros reunían barcoluengos y el primer objetivo serian ellos. Al norte, los lobos. Al oeste un inmenso continente del que no sabia qué debía esperar. Y al sur, los Lannister. ¿Qué pretendian los Lannister?
Lord Python empezó a notar el nerviosismo del Lanister. Finalmente se levantó con la carta en la mano derecha y en la izquierda una copa de fuerte vino del rejo. -Hay cabezas que han adornado estos muros por una traición menor. Pero eso fué cuando las tropas Targaryen acechaban las puertas y el castillo necesitaba disciplina. Ahora los ríos necesitan aliados. Necesitan reconstrucción. Pero, sobretodo, necesitan una alianza fuerte y una buena celebración.- La puerta se abrió y apareció una bella chica de apenas 13 años. Lord Python calló en seco y sonrió.- Shella, justo hablábamos de ti. Quiero que conozcas a Lord Danniel Lannister. Lord Danniel, esta chica es la bella Shella, mi prima.”