Baeghor durante la batalla de Desembarco del Rey en la vanguardia. |
Antes de ser completamente derrotado, Baeghor fue el
propulsor de unas cuantas ideas sobre como debería ser Poniente. Estas ideas
tuvieron mucha repercusión entre sus seguidores, quienes veían en Baeghor a un
conquistador como lo fue Aegon I.
Para Baeghor no era permisible que los débiles y los falsos
tuvieran poder. Según él el reino se había llenado de cobardes señores que sólo
se preocupaban por sus propios pellejos y que habían olvidado las verdaderas
responsabilidades de un Señor. Hombres que eran refinados, que se preocupan más
por vestir y enjoyarse más que las mujeres en vez de saber utilizar una espada
o ponerse una armadura. Hombres gordos y
perezosos que se pasaban el día encerrados en sus castillos comiendo y bebiendo
sin preocuparse de los bandidos ni rebeldes que puede haber en sus tierras. Hombres
que no tienen honor, ni lealtad más que a si mismos. Hombres malvados y
podridos.
El hecho de que muchos en Poniente no tomaran partido ni por
él ni por su hermano cuando estalló la guerra para él era un ejemplo de esta
decadencia. Si bien eran un traidor aquel que apoyara a su hermano, al menos
podía comprender esta postura. ¿Pero que razón justifica que otras casas no
acudieran a la llamada de ninguno de los dos pretendientes? Eso era rebelión sin
la menor desvergüenza
Para el no bastaba con que ciertos
señores hubieran heredado sus títulos de ancestros que durante generaciones controlaran
una tierra. Si alguien no era capaz de estar a la altura de gobernar un
territorio, debía ser apartado y que otro más fuerte se encargara. También
consideraba que el consejo de los últimos reyes había estado formado por conspiradores,
farsantes y maliciosos, en especial durante el tiempo de la Mesa Regente. El mismo
título de caballero ya no significa nada para aquellos que han sido ungidos. Aquellos que olvidan y no respetan sus votos
son la peor calaña. Esto debía cambiar.
Señores que no apoyaron a Baeghor de la Marca de Dorne, ahora la Marca de Baeghor |
Los Caballeros, los auténticos,
aquellos que fueran guerreros, leales, bravos que cumplieran su palabra y no
olvidaran sus promesas. Aquellos que, como mandaban las costumbres de los
primeros hombres, cuando dictaran una sentencia de muerte, ellos mismos blandirían
la espada. Aquellos que jamás renunciarían a la llamada de su superior.
Aquellos que lucharían con sus propios hombres en una batalla y no se quedarían
en la retaguardia. Aquellos serían los señores. Los otros, serían ahorcados por
cobardes y un título no serviría como excusa.
En las Tierras del Dominio y en la Marca de Dorne, ahora conocía como la Marca de Baeghor, el Targaryen empezó a aplicar sus ideas, colgando a aquellos señores o caballeros que fueran mentirosos, débiles o cobardes a pesar de sus títulos y de no haber cometido ningún crimen, salvo no estar a la altura de lo que Baeghor consideraba apto. Esto fue visto por algunos con terror y pánico, como acciones tiránicas y arbitrarias, pero otros se sintieron inspirados por esta visión marcial que alentaba a sus hombres a dar lo mejor de si mismos.
Para los que le siguieron, no sólo se trataba de que Baeghor era o no el legítimo heredero. Lo cierto es para muchos eso no significaba nada. Lo que importaba es que él era el mejor hombre. Luchaba en la vanguardia, su corte estaba formada por muchos de los más valientes caballeros del reino, era un guerrero formidable y siempre tenía palabras de aliento para sus tropas.
En las Tierras del Dominio y en la Marca de Dorne, ahora conocía como la Marca de Baeghor, el Targaryen empezó a aplicar sus ideas, colgando a aquellos señores o caballeros que fueran mentirosos, débiles o cobardes a pesar de sus títulos y de no haber cometido ningún crimen, salvo no estar a la altura de lo que Baeghor consideraba apto. Esto fue visto por algunos con terror y pánico, como acciones tiránicas y arbitrarias, pero otros se sintieron inspirados por esta visión marcial que alentaba a sus hombres a dar lo mejor de si mismos.
Para los que le siguieron, no sólo se trataba de que Baeghor era o no el legítimo heredero. Lo cierto es para muchos eso no significaba nada. Lo que importaba es que él era el mejor hombre. Luchaba en la vanguardia, su corte estaba formada por muchos de los más valientes caballeros del reino, era un guerrero formidable y siempre tenía palabras de aliento para sus tropas.
Es inevitable comparar a Baeghor con
la figura de Daemon Fuegoscuro, el que fuera un alto bastardo del Rey Aegon IV.
Quien fue apoyado por los grandes caballeros de su época por ser “el Guerrero
mismo”, en contraposición a su hermano Daeron II, el bueno, que vivía rodeado
de maestres y septones. Que Daegar sea llamado el artista y tenga tanta afición
a la música, bardos y los comediantes no le ha ayudado a volver a ganar la
lealtad de aquellos que veían en su hermano un auténtico combatiente fuerte y
duro. Durante la batalla de Desembarco del Rey, Baeghor accedió a usar los colores de los Fuesocuro para diferenciarse de su hermano.
Baeghor admiraba abiertamente a Fuegoscuro e incluso llegó a blandir su escudo en la batalla de Desembarco del Rey, en abierta provocación a su hermano, que detestaba la figura del alto bastardo. |
Por eso es que en las tierras del
Dominio, así como en las regiones dominadas por Rhaennys que fueron
conquistadas por el mismo Baeghor, todavía se tiene muy en cuenta la filosofía
que este tenía. Pero también muchos
otros caballeros en el resto del Reino han llegado a comulgar con estas ideas,
incluso algunos que lucharan contra el mismísimo Baeghor en la Danza de
Dragones.
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